El hambre no se acaba.





Ya puede acumularse el alimento
que el hambre no se acaba,
pero llega un momento que el íntimo vacío 
no se llena con restos de comida
sino exclusivamente con silencio.

Tú me tiendes un ala desplumada
en la mitad de un vuelo vespertino,
pero estás como yo, silenciando el presente,
sin ganas de cantar el futuro que llega.

No me azuzéis.
No me azuzes,
que ya no sé qué hacer con tanto ruido,
ni con las carcajadas
ni con los abandonos
ni con tanto portazo como doy
a todo el que es culpable de tibieza.

No me azuzes.
Qué puede darme nadie
que no me dieras tú cuando morías
y yo me enmudecí de tanta pena.

Mi problema soy yo, que no me encuentro
y ya no me conforma fingirme cualquier otra,
aunque sea mejor que yo,
mucho mejor que yo.

No me resigno a oler
como otra,
a volar como otra,
a querer como otra 
- siempre por puto oficio-
porque no sentiría lo que siento
o lo que ya no siento justo como lo siento, 
o no,
incomparablemente yo,
sin alas y a lo loco
¿o era sin bragas?
¿sin faldas?
Lo que sea.

Qué es el silencio,
sino lo que precede al trueno, al grito, 
al rugido,
al caos.

Mi tiempo es sólo mío.

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Antología Ultraversal. Poética del Arrebato. Edit. Libros en Red.

Antología Ultraversal. Poética del Arrebato. Edit. Libros en Red.
Este libro es un perfecto ejemplo de cómo autores de diferentes etnias, nacionalidades, costumbres, educación y condiciones sociales pueden llegar, a través de un mismo idioma, a congeniar poética y humanamente desde su particular idiosincrasia. Está dirigido tanto a los lectores amantes de la poesía de nuestro tiempo como a los que se inician en cualquier camino literario, y también a los interesados en la riqueza léxica del español, a los traductores y a todos aquellos que deseen ampliar sus conocimientos sobre la enorme diversidad de idiomática de los países hispanoparlantes. Es una brillante alianza intercultural a través de la palabra como nexo artístico. Un libro de identificación y búsqueda, escrito para abrir puertas y ventanas emocionales de vital sugerencia en las paredes de cada intimidad.

¿Cuántas realidades hay?

¿Cuántas realidades hay?
Neuromante, emocionauta y hasta una broma digital llegado el caso, pero yo que le leo y le siento y me enfrío o me caliento sin posibilidad de escape ante su voz, digo que ahí hay un hombre único que crea realidad y se recrea a sí mismo en la palabra y se define entre lo abstracto y lo concreto y ocurre en mí de la misma forma en que yo puedo ocurrir en él, con la fugacidad de una brutal quemadura que al enfriarse deja una cicatriz indeleble en la piel.La palabra crea la emoción y la emoción es la realidad más pura, más intensa, más exacta del hombre, la que mueve el mundo para bien y para mal.No hay nada que no se pueda expresar cuando se siente, porque, incluso si se tratara de un mero ejercicio intelectual de un autor talentoso, desde el momento mismo de escribirlo está creando la tensión que lo hace real para el que lo recibe y siente al recibirlo. Lo único que podría matar su extrema realidad, sería su silencio.

Nautas

Akhenazi. Espacio a tu costado.